Cirugía cardiaca y comunicación: testimonio de la Dra. Centella
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“Teníamos un taller de confección en el que hacíamos uniformidades y donde me ayudaba mi señora. Yo vivía bien, fumaba (no mucho, una cajetilla a la semana), tomaba una copita de vez en cuando, no me preocupaba de hacer ejercicio ni nada por el estilo… tenía una vida más o menos sedentaria. Pero además, tenía la muy fea costumbre de fumar un cigarrillo en la cama pese a que mi mujer me había pedido reiteradas veces que lo dejara. Y entonces, en el año 83, de vacaciones en Roquetas de Mar, estábamos bailando en un hotel y de repente sentí dolor en los brazos, sudoración y me puse mal. Nos fuimos a la casa de mis hermanos donde estábamos hospedados y pase la noche”. Sigue leyendo